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Consejos de Jardineria
Útiles consejos, para dar un mejor cuidado a nuestras plantas y arboles, desde el cuidado de las hojas hasta practicas sugerencias para el diseño de nuestro jardín
Plantación: Al principio planificaremos bien las plantaciones de todo tipo a realizar durante la temporada. Acondicionaremos aquellos lugares donde se plantarán las anuales y bienales que florecen mediada la primavera. Practicamente podemos sembrar y plantar de todo: anuales resitentes, herbáceas, los árboles y arbustos que vienen en contendor... También pondremos en el suelo los plantones de cualquier tipo. Los especímenes de hoja perenne no se deben plantar o transplantar cuando hayan comenzado a subir las temperaturas, siendo mejor dejarlo ya para la próxima temporada. A mediados de la estación se planta de lo que florece en verano.
Multiplicación: Aprovechamos para preparar de esquejes. A finales de la estación se recogen las semillas de las plantas que ya han florecido.
Poda: Se realizan las últimas podas antes de que empiece el crecimiento. Primeros recortes de los setos, seguidos de cortes de mantenimiento según lo vayan necesitando. Algunas plantas habrán de ser podadas nada más terminar la floración.
El Riego: Al principio de la temporada haremos el revisado, ajuste y puesta en marcha del sistema de riego. Entonces se puede activar a mitad del día. Después iremos haciendo los riegos más frecuentes y si el calor es intenso se deben realizar por la mañana o al atardecer. Cuando se acerque el verano los riegos serán más copiosos y nunca en la horas de calor.
Abonado: En Marzo todavía se puede añadir mantillo o estiercol al suelo. Si se deja para más tarde puede quemar las plantas. Comenzar a abonar los macizos, los arbustos y los árboles, con mantillo o abono.
Protección: Quitaremos las protecciones de las plantas delicadas cuando el tiempo comience a permitirlo. Cuidado con la heladas tardías.
Algunas plantas necesitarán ser entutoradas según vayan creciendo.
Limpieza: Las especies anuales se eliminan según vayan floreciéndo y secándose.
Plagas: Se pueden presentar los primeros insectos indeseados, como los pulgones. Es el momento idóneo para el tratamiento preventivo de plagas y enfermedades. Eliminar las malas hierbas que también surgirán con fuerza.
Suelo: Hacia abril conviene escardar todas las zonas del jardín. Es buen momento para trabajar el suelo.
El Cesped: A partir de que el tiempo comience a mejorar podemos semillar el cesped nuevo. También se reparan lo huecos, sembrando o a base de tepes, y se nivelan las irregularidades de la pradera. Ya se puede empezar a cortar. El primer corte se dará con la superficie de la hierba más bien seca. Antes se debería rastrillar para limpiarla y desapelmazarla. Cortar poco, solo las puntas, y antes de que alcance unos 8 cm. de altura.
Según avanza la estación la hierba crece con más fuerza. Segaremos con más regularidad y con las cuchillas más bajas. Es el mejor momento para sembrar, ya que las semillas se desrrollarán con rapidez. Cuidado con los pájaros y las hormigas que puede hacer fracasar la siembra, ya que se comen las semillas. También se pueden aplicar abonos y herbicidas selectivos para acabar con las malas hierbas.
Cuando se acerque el verano es el mejor momento para abonar. Se siega más a menudo, sin dejar nunca que la hierba crezca exageradamente. Si no se ha hecho, ya es mejor dejar la siembra hasta la próxima temporada.
Bulbos: A principios de la estación, cuando el tiempo comience a mejorar, se colocan los bulbos que florecen en verano. Algunos de los plantados anteriormente comienzan a florecer. Los que continúan almacenados se han de seguir controlando por si se pudren.
Según las flores se marchitan se van retirando. Los bulbos que terminan su floración por completo se pueden poner en macetas, así se deja libre el suelo y se permite que completen su crecimiento. Cuando se termina la floración, es el momento de abonarlos para que acaben de desarrollarse. Cuando las partes aéreas se ponen mustias del todo debemos desenterrarlos y guardarlos.
Rosales: Podaremos los rosales eligiendo los brotes más adecuados, antes de que éstos se desarrollen demasiado. Controlar los pulgones que puedan aparecer para que no lleguen a convertirse en un problema. Los capullos enfermos se retiran para que los demás crezcan mejor. Cortamos las rosas según se van secando para que no consuman recursos de la planta y provocar además la salida de nuevas flores.
El Estanque: Dividiremos las plantas acuáticas que lo necesiten. Con la llegada del calor es probable que el agua se vuelva verde por la proliferación de algas. Los peces se comienzan a alimentar según recobran la actividad. Como estarán débiles tras el duro invierno, se les puede dar algún complemento que les fortalezca y algún producto que prevenga enfermedades. Cuando se aproxima el verano se puede iniciar la plantación de ejemplares acuáticos nuevos. Cada varios años, en esta época, se vaciará y se hará una limpieza a fondo del estanque.
Para que los mosquitos no se coman las hojas de sus plantas, prepare una solución de 5 cabezas de ajos peladas, licuadas y pasadas por un colador muy pero muy fino y complete con agua hasta lograr 1 galón. Con esta solución atomice las hojas de sus plantas. El olor los ahuyenta.
Las plantas que viven en macetas requieren de algunos cuidados especiales.
Es fundamental que las macetas tengan un buen drenaje, para que el agua se escurra fácilmente y su exceso no perjudique a las plantas.
A la tierra, es conveniente agregarle fertilizantes y vitaminas, como mínimo, tres veces al año.
Cuando vaya a plantar, hágalo con tierra abonada y mezclada con resaca. Cada quince o veinte días remuévala, para que las raíces crezcan con mayor libertad.
A las plantas es necesario podarlas, por lo menos, dos veces al año.
En verano y primavera riegue sus macetas, con abundancia, luego de la caída del sol; cuando llega el invierno, en cambio, es necesario que disminuya el riego, y que lo haga durante las horas del día.
Aproveche el agua en que hierve las verduras ya que está es rica en sales minerales. Déjela enfriar, agregue agua de la llave y riegue sus plantas.
Para lograr que las hortensias no se marchiten, riéguelas con bastante agua y póngalas al resguardo de otras plantas que le proporcionen sombra.