- Al café caliente agregarle el azúcar hasta que se disuelva. Dejar enfriar.
Verter en un molde o placa (también se puede en bolsas plásticas). Cubrir y congelar por una hora.
- El café deberá de estar formando una capa de hielo. Sacarlo del congelador, con una cuchara, rallarlo o moverlo todo, a formar pequeños cristales. Volver a congelar.
Este proceso se puede repetir unas 2 o 3 veces más, cada 30 minutos. Esto hará que tenga el efecto granizado o de cristales de hielo.
Servir en vasos altos, decorar con una cucharada de crema batida encima.
Acompañar de cucharas altas.