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Mitos en Pediatría
En el presente articulo se describen muchas costumbres o creencias que han sido transmitidas de padres a hijos, y que aun en la actualidad son aceptadas sin objeción, son los llamados mitos, supersticiones, cuentos, invenciones, etc. que son frecuentemente manifestados en la consulta pediátrica, pero que a la luz de la lógica medica esconden graves errores.
El problema de estos mitos o creencias es que, en ocasiones, promueven "diagnósticos" incorrectos, medidas erróneas y aplicación de "remedios" inadecuados, que ocasionan graves perjuicios a la salud infantil.
A continuación se revisan algunos de los mas frecuentes, acompañados de su correspondiente explicación medica. Cabe mencionar, que muchos de ellos son "aceptados" en el quehacer médico, siempre y cuando no afecten a los pacientitos(as).
MITOS RELACIONADOS CON LA DENTICION:
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La salida tardía de los dientes se relaciona con raquitismo o falta de calcio; algunos bebes tienen retraso dentario en la mayoría de las veces por herencia.
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La primera dentición es dolorosa, lo cual es totalmente falso.
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La erupción dentaria ocasiona fiebre y deposiciones blandas, estas ultimas pudieran deberse a la mala masticación o al cambio temporal de la dieta; pero, la dentición no produce diarrea ni fiebre.
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Morder un objeto de caucho estimula la salida de los dientes, nada mas falso; puesto que ninguna práctica fortifica las encías ni facilita la erupción dentaria.
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Las caries se deben a la falta de calcio y vitamina D; cuando lo fundamental para prevenirlas es una adecuada higiene oral y una alimentación sana.
EL FAMOSO "MAL DE OJO" ASOCIADO CON DIARREA Y FIEBRE.
Esta creencia muy arraigada aun en el medio familiar, conduce en ocasiones a consultar al "sobador" quien unta en el cuerpo del pequeño una mezcla de ruda y alcohol, y a su vez, "receta una toma", muchas veces con ingredientes desconocidos hasta por los padres; para finalizar la "curación", coloca al niño cabeza abajo mientras le sostiene los pies y posteriormente, procede a la succión de la fontanela o "mollera". esta practica ha sido quizás de las que mas daños, en ocasiones irreversibles, ha producido en la salud infantil de nuestro país ; puesto que ha sido relacionada con hemorragias pulmonares, cerebrales y del tubo digestivo; intoxicaciones por la "toma"; y en el peor de los casos, con la muerte del infante.
El llamado "mal de ojo" no es otra cosa que una infección gastrointestinal, que produce diarrea, fiebre y vómitos intensos que conllevan a la deshidratación ; la cual, se manifiesta con el hundimiento de la fontanela y otros signos clínicos que deben ser revisados y tratados exclusivamente por un médico.
EL APLANAMIENTO DE UN LADO DE LA CABEZA TRAERA GRAVES TRASTORNOS .
La consistencia blanda de los huesos del cráneo en los recién nacidos, y el constante apoyo sobre un solo lado, producen una deformidad transitoria en la cabeza del niño; la cual no se relaciona con trastornos en su desarrollo psicomotor.
RECHINAR LOS DIENTES, PICAZON EN LA NARIZ, BABEO EN LA ALMOHADA Y DORMIR BOCA ABAJO, SON SIGNOS DE PARASITISMO.
Todavía hay muchos padres de familia que relacionan estas manifestaciones con la presencia de parásitos intestinales en los niños, en especial, con áscaris (lombrices); realmente, esta enfermedad se presenta con dolor y distensión abdominal ("gases") recurrentes, picazón anal, naúseas y diarrea.
DOLORES NOCTURNOS DE LAS PIERNAS ES POR FALTA DE CALCIO O REUMATISMO.
Es frecuente y normal que los niños con edades entre los 3 y 7 años se quejen de dolores nocturnos en las piernas, llamados dolores del crecimiento; los cuales se producen por un aumento en el volumen de las masas óseas (huesos) y estos al aumentar de tamaño generan en los músculos un "estiron" ; lo que constituye el estimulo para que aumente la masa muscular que es la verdadera causa del dolor.
Por supuesto, que los niños que los padecen presentan un crecimiento y desarrollo normales y ausencia de cojera o inflamación articular. Estos niños solucionan su problema en la mayoría de veces con la aplicación de calor local y masaje, y no necesitan la automedicación indiscriminada con suplementos de calcio que realizan algunos padres.
LA COLOCACION DEL FAJERO O DE UNA MONEDA EN EL OMBLIGO DEL RECIEN NACIDO, PREVIENE LA HERNIA UMBILICAL.
Esta creencia mítica es sumamente frecuente hasta el día de hoy, sin duda de las que cuentan con más adeptos y de las más erradas; puesto que las hernias umbilicales no son "prevenidas" por estas prácticas, pues se relacionan con un problema anatómico, que se explica a continuación.
Al nacimiento, el ombligo esta rodeado por un anillo fibromuscular que continua contrayéndose después que el cordón se desprende y que usualmente se cierra poco después del nacimiento; cuando este anillo no cierra por completo, un saco de piel umbilical protuye condicionando lo que llamamos hernia umbilical.
La gran mayoría de las hernias umbilicales no requieren cirugía, mucho menos la aplicación de un fajero o moneda, ya que resolverán solas hacia los 3 años de edad; y solamente aquellas que presentan síntomas (cambios de coloración, dolor, vomito y fiebre) y que producen deformidad por su gran tamaño, serán resueltas solo a través del tratamiento quirúrgico.
PIE PLANO
Los padres creen que el niño tiene esta anomalía porque se cae con cierta frecuencia; esta consulta es común, sobretodo, con los lactantes que empiezan a caminar.
Lo cierto es que hasta la edad de 3 años, los niños tienen el llamado pie plano fisiológico (o normal); este se debe a la presencia en la parte interna de la planta del pie de un panículo adiposo (grasa) abundante.
LA FIEBRE SE TRATA CON ANTIBIOTICOS.
Esta es una creencia muy generalizada en la consulta pediátrica; pues, muchos padres consideran que si el niño tiene fiebre, esto implica el uso "obligado" de antibióticos; a tal grado, que muchos cometen el grave error de automedicarlos.
Ahora bien, lo cierto es que no siempre son necesarios los antibióticos ante la presencia de fiebre, ya que estos están indicados exclusivamente en los cuadros de origen bacteriano ( ej. otitis, algunas bronquitis, infecciones urinarias, etc.).
El médico es quien evalúa y concluye de acuerdo a los datos obtenidos de la historia clínica y examen físico, si la enfermedad amerita el uso de antibióticos.
Finalmente, la gran mayoría de las infecciones en la edad pediátrica son de origen viral y autolimitadas en el tiempo, en dichos cuadros no se usan este tipo de fármacos.
LAS CONVULSIONES FEBRILES SON SINONIMO DE EPILEPSIA .
La convulsión febril es un fenómeno de la lactancia o de la infancia, que habitualmente se produce entre los 3 meses y los 5 años de edad; relacionado con la fiebre, pero sin datos de infección intracraneal o causa identificable.
Su cuadro clínico puede provocar pánico inicial y ansiedad posterior en los padres; pero, una convulsión febril no es una epilepsia, sino un proceso benigno, que la mayoría de las veces es una crisis única que no suele dejar secuelas neurológicas y en las que la mortalidad es nula.