A medida que envejecemos, la red de fibra se debilita, al igual que la piel, ya que pierde su estructura de apoyo. He aquí otros datos:

* La piel se vuelve más delgada con la edad, y pierde grasa. Con el tiempo la suavidad de la piel se sustituye por una textura ásperas.
* La gravedad hace su aparición, debilitando la piel, y creando la "grasa de pollo" (cuelga la piel) en los brazos.
* Nuestro código genético contribuye de manera invisible en el proceso, lo que para unas personas de 50 se ven de 80.

La mayoría de los cambios de la piel asociados con el envejecimiento son evitables. Y la mayoría de ellos son debidos a una causa: el daño solar.

Los rayos ultravioletas del sol penetran en la piel. Allí, los daños penetran en las fibras elásticas que mantienen la piel firme, lo que permite desarrollar las arrugas. La luz del sol también es responsable de las manchas ("manchas del hígado") en las manos, la cara, y otros zonas expuestas al sol.

La cantidad de arrugas que se desarrollan, y cómo prominentes que son, dependen en gran medida de la exposición solar que durante toda su vida ha tenido una persona. Aún cuando no podemos retroceder el tiempo 10 años y sanar ese problema, si podemos detener el daño que este haciendo ahora.

* Dejar de tomar el sol. Cualquier piel bronceada significa daño.
* Siempre use protector solar. Elija un producto con factor de protección solar 15 o mayor. Las manos y la cara son los más expuestos con frecuencia, trate de cubrirlas.
* Use un sombrero con borde.
* Evite el sol entre las 10 am y 3 pm.

Incluso, aún usando adecuadamente la protección solar, las arrugas no pueden evitarse completamente. Algunas arrugas son hereditarias, y una cierta cantidad de arrugas son naturales por el envejecimiento.

Además de los rayos solares, hay otros hábitos que pueden dañar la piel prematuramente. El fumar es uno de ellos. Las arrugas se producen antes y son más profundas en las personas que fuman, lo que lleva a la llamada "cara del fumador", que se crea por la disminución del flujo de sangre en la cara, lo que es causado por los daños de los químicos del humo. Además, los fumadores suelen cerrar con más frecuencia los ojos, lo que puede causar arrugas y las patas de gallo alrededor de los ojos y los párpados.

De igual forma el consumo excesivo de alcohol (más de una bebida al día para las mujeres, dos para los hombres) es malo para la piel, y para la salud en general. Las personas que beben en exceso no llevan una dieta saludable, por lo que privan a la piel de los nutrientes que necesita para prevenir el envejecimiento.

La dieta y la piel en conexión

La piel necesita una buena nutrición para permanecer joven y saludable en el futuro.

Los antioxidantes como la vitamina C y E, así como vitamina A y la vitamina B, la biotina, son especialmente importantes para la salud de la piel. Se obtiene la totalidad de estos nutrientes, y más, al comer cinco a siete porciones de frutas y hortalizas frescas cada día. Tomates, cítricos, hortalizas de hoja verde, zanahorias.