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Tratamiento de reducción
Cuantas veces ha querido iniciar un tratamiento de reducción y luego se retrae, ya que muchas dudas o miedos pasan por su mente. Esto sucede con frecuencia, siendo más comprensible si es una dieta inventada o drástica.
Cuantas veces ha querido iniciar un tratamiento de reducción y luego se retrae, ya que muchas dudas o miedos pasan por su mente. Esto sucede con frecuencia, siendo más comprensible si es una dieta inventada o drástica.
A continuación aclararemos las dudas o miedos que se presentan ante un tratamiento profesional de reducción de peso:
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El temor a pasar hambre es uno de los principales pensamientos que se presentan, esto es completamente equivocado ya que si la nutricionista le prepara una alimentación balanceada con tres tiempos de comida y dos refrigerios, tiene muy pocas posibilidades de pasar hambre, debido a que estos refrigerios le ayudaran mucho, como también el aumento del consumo de vegetales. Recuerde que lo importante es sentirnos satisfechos y no llenos, estos dos términos se confunden y definitivamente no significan lo mismo.
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Temor a dejar de comer lo que le fascina. En el proceso de reducción de peso también incluye el hecho de aprender a comer con sabiduría lo que le gusta. Como por ejemplo
Usted aprenderá que para poder ingerir una copa de vino de cuatro onzas tiene que eliminar dos frutas de su dieta base o para tomarse una cerveza eliminar dos panes o una tortilla.
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Temor a enfermarse o a sentirse mal. Si usted hace una dieta drástica o mal balanceada, por supuesto que se puede sentir mal uno de los primeros síntomas de alarma seria dolores de cabeza, mareos, palpitaciones, mal humor, sudor helado. Si el plan de reducción esta basado en su condición de salud, estilo de vida y además esta es nutritiva, notara que su salud y energía mejorara increíblemente, irán desapareciendo muchos síntomas que le sorprenderán.
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Temor a adelgazar y volver a recuperar el peso perdido. Después del proceso de reducción debe continuar con el aprendizaje de mantenimiento, en el cual usted aprenderá a manejar los alimentos más altos en calorías por los cuales tiene debilidad.
También si su pérdida de peso ha sido de dos a dos y media libras por semana, tiene muy pocas posibilidades de tener un efecto de rebote.
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Temor a no poder comer fuera de casa. Parte de la educación nutricional es enseñarle al paciente como manejar todo este tipo de situaciones que son muy personales y que difieren de persona a persona. Es muy importante que llegue a conocerse con cuanta comida se mantiene o aumenta de peso.
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Para finalizar tenemos lo de la inversión económica. Primero su alimentación tiene que adaptarse a su disponibilidad de alimentos, generalmente el único gasto que se hace es el de comprar vegetales y frutas ya que la mayoría de las veces el paciente manifiesta que en sus hogares no hay mucha disponibilidad de estos alimentos.
La otra parte económica que seria el asistir a una clínica nutricional, no lo tome como un gasto sino como una buena inversión, ya que al lograr un peso saludable estamos previniendo o curando muchas enfermedades y como consecuencia ahorrando el costo de medicinas, hospitalizaciones, exámenes etc.
Le recomiendo que inicie su tratamiento y que elimine de su mente esa frase tan repetitiva de “El lunes comienzo “Si de algo jamás se va a arrepentir en su vida es de cuidar su salud y su peso.
Lic. Evelyn ch. de BejaranoNutricionista Clínica
TEL.: 2262-1983 CEL.: 7861-8980