Si quieres colgar un pantalón corto, corta por la mitad la varilla central de una percha de plástico, introduce cada sección por dentro de las trabillas de la cintura del short y este quedará colgado sin necesidad de que se doble.

• Las mejores son las perchas de plástico (pero gruesas) o las de madera, aunque estas son un poco más incómodas de colocar y sacar que las de plástico.
• Las perchas también pueden servirte para colgar cintos y collares largos, pues así estos no se enredarán, como sucede cuando se guardan en cajas. Lo mismo puedes hacer con las corbatas de tu esposo y también con sus pañuelos y bufandas.
• Cuando recibas la ropa de la tintorería en perchas de alambre, no las conserves. Tu ropa se arruga al estar colgada en ellas, ya que tienden a doblarse con el peso de la tela; además como los alambres son tan finos, marcan los hombros de los blusas y crean dobleces en los pantalones. Y, por último… se ven feísimos en tu closet.
• Lo ideal es tener perchas  con almohadillas en los hombros y el centro, pero, naturalmente, estas resultan demasiado caras. Lo que puedes hacer es crearlas tú misma, con unos cuantos pedazos de espuma de goma recubierta con tela bien suave.