La casa fue erigida por Don Ramón Barrientos Vega en 1864, para alojarse con su esposa y sus catorce hijos legítimos, y uno de los hijos naturales, Pablo, que con ellos vivía. Don Ramón Barrientos, una mezcla entre criollo y mestizo, era culturalmente un ladino de Dolores Izalco, detentaba un pensamiento pragmático a lo occidental, lo cual le permitió tanto trabajar mucho, como amasar una gran fortuna. Iniciado desde muy joven en el oficio de su padre, Pedro, se inició en la compraventa de ganado que los hacía moverse entre nuestro país, Guatemala y Honduras, seguramente sucesivos viajes de negocios le hicieron contemplar tanto la antigua como la nueva Guatemala. Con sus primeros ahorros compró en las cercanías de Izalco una propiedad, al principio no tan grande, que desde entonces se llamó San Ramón, y que poco a poco hizo crecer hasta convertirla en hacienda. Don Ramón buscó diversificarse a través del montaje de una tienda fuerte, y a la vez una ferretería, que ubicó frente a la casona. Y en el futuro, con sus crecientes ganancias, logró acumular más tierra.